La ciencia de la Oración

SIERVO DE DIOS HEMOS ORADO Y SEGUIMOS ORANDO PROFUNDAMENTE PARA QUE ESTE LIBRO REVOLUCIONE LA VIDA ESPIRITUAL DE MILES DE CREYENTES. QUE DIOS SEA GLORIFICADO EN ELLOS Y POR SUS ORACIONES MILES SEAN LIBERTADOS A TIEMPO DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO. AMEN.

En el libro “La ciencia de la Oración”, obtendrá aparte de los conocimientos y experiencias que ha tenido el autor a través de la oración, una palabra fresca y nueva de parte de Dios para bendición suya, la de su familia y la de todos los que están a su alrededor.
Este libro ha revolucionado profundamente la vida de miles y miles de creyentes, que han podido sumergirse cada día en clamor a Dios, usando los principios bíblicos escritos en éste maravilloso libro.
Al leer este libro, no sólo muchas cadenas se rompen, sino que la dedicación a la oración se ha hecho muy habitual en mi vida y muchos milagros y hechos portentosos han ocurrido en consecuencia a la oración. He aprendido que el cristiano no debe vivir sin oración a Dios y ésta se debe volver como la respiración en la vida de los creyentes que buscan a Dios en Espíritu y en Verdad.

Sería un fracaso sin una vida de oración!

Los animo y exhorto a todos a que busquen la dirección de Dios por medio de la oración; ya que un principio bíblico es que debemos hablar con Dios, y Dios nos hablará también para hacer Su Voluntad. Me convertí en una persona constante en la oración, y aunque es un esfuerzo real, es el objeto más noble en la vida de un creyente.
Así que puedo decir como nuestro hermano Yiye Ávila que los grandes héroes de la fe fueron hombres de oración. En la oración a Dios, debemos saber y estar conscientes que nos acercamos al Creador de nuestras vidas, y que para Él no hay nada imposible. Cuando sabemos que Dios está presente, se hace más vital y poderosa nuestra oración, ¡¡¡y se hacen manifiestos los milagros para tu vida!!!
Aprenderá cómo orar en el espíritu con eficacia y orar obteniendo la victoria en Cristo Jesús. Si pedimos conforme a la Voluntad de Dios, nos oirá y responderá las peticiones de nuestro corazón. También nos enseña, cómo a través del ayuno en oración podemos salir de lo natural y entrar a la esfera de lo espiritual. Nos transmite que el vivir sin orar, es vivir sin Dios; el cristiano debe orar para demandar a Dios las manifestaciones de los dones del Espíritu Santo en su vida. Enfatiza que el intercesor debe creer a la Palabra de Dios, no importando lo que vea. La oración es el secreto del éxito verdadero en la vida del hombre. Pero también nos advierte a no orar por algo que está fuera de la Voluntad de Dios como le pasó a Elías (I Reyes 19:4).